La Verdad ya revelada (Parte 1)
Al comenzar a escribir estas líneas, no puedo evitar hacer una imagen en mi mente de los rostros de gente que sinceramente amo y me importa. No puedo evitar pensar en lo que pueda implicar escribir un artículo como este, y las repercusiones que pudiese tener. Pero tampoco puedo evitar pensar en la eternidad de miles de almas, miles de personas que muy probablemente aman a Dios con todo su corazón, pero que, en sus mentes aún se someten a preceptos humanos.