El fruto del Espíritu es… Gozo
No he conocido a nadie que no se empeñe en vivir confiada y alegremente. Todo lo que hacemos esperamos que nos brinde un mayor nivel de alegría; pero ¿qué tal si te dijera que esa alegría está disponible para ti, y no por algo que tú tengas que hacer sino por algo que alguien ya hizo por ti?