EL EVANGELIO: Al igual que el pueblo de Israel, nosotros somos pecadores, no podemos salvarnos a nosotros mismos; pero Dios, cumpliendo lo profetizado por Isaías, envió a su rey, siervo y Mesías, del linaje de Abraham y David, su nombre es Jesús. Mateo 1:1: «Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham».
En el capítulo 27 Mateo narra la crucifixión de Jesús y su sepultura. Pero mi interés está en una breve sección en los versículos 62-66. Los infames Fariseos siguen haciendo de las suyas. No están conformes con haber matado a Jesús. Ahora quieren asegurarse de que sus discípulos no vayan a robar su cuerpo y vayan a engañar a las personas diciendo que Jesús realmente resucitó.
Cuando se da la espalda a Dios y su Palabra, se cambia su gloria para adorar abominablemente. Dios celoso responde con juicio, retirando su presencia del templo; pero también dando esperanza llena de gracia a los que le pertenecen.
El libro de Lamentaciones enseña que Dios es un implacable enemigo de los que pisotean su gracia y su Palabra; pero también es rico en gracia y misericordia, siendo fiel al pacto, restaurándolos en algún momento por medio de su Mesías prometido.
Hoy el pastor cristiano está también haciendo posturas similares para el cristianismo bíblico en medio del desierto secular creado por una cultura anti-cristiana. La Biblia describe a un fiel pastor como un anciano el cual vigila el rebaño y la casa de Dios.
Cualquier tarea que desempeñemos como ministros del Reino de Dios y discípulos del Rey, es estrictamente empoderada por Jesús mismo.
¿Qué podemos decirle a aquellos que piensan que no es necesario ir tan lejos? En cierta parte tienen razón. Aquí hay mucha necesidad, desde cualquier perspectiva. Hay gente sin Cristo en la calle que vivimos, en el trabajo y aun alrededor de nuestra iglesia. Hay gente que no ha escuchado el evangelio ni ha conocido aún el testimonio de un cristiano personalmente. Es cierto que hay necesidad a nuestro alrededor.
Debemos conocernos, conocer quiénes somos respecto al evangelio y que función tenemos dentro de la Iglesia. No podemos ser todos manos o pies, no podemos ser todos de los que den, o de los que hagan misericordia, ¿te imaginas si todos enseñáramos? En la iglesia somos uno, somos el cuerpo de Cristo.
La clave para mantener el gozo es mantenerse enfocado todo el tiempo en Jesús. Tenemos que, al igual que Pablo, preocuparnos más por el avance del evangelio y la proclamación de Cristo para poder regocijarnos en cuaquier tiempo y cualquier circunstancia.
[wpdm_file id=179] INTRODUCCIÓN El capítulo12 de Romanos es uno de los capítulos que más me ha marcado desde que estudié la carta en el colegio bíblico hace algunos años. Semanas anteriores, consideramos cómo es que el hombre salvo debe vivir. Lo primero que éste capítulo nos mostró es cómo debemos vivir respecto a Dios: el…
Le huimos a las palabras que son duras pero que son necesarias. A veces, tenemos miedo de ser confrontados. Cuando escuchamos palabras así, nos ofendemos. No podemos negar esta gran realidad: La verdad duele y ofende.
Cuando Jonathan Leeman me pidió escribir este artículo para esta edición, él me envió el título anterior y dijo: “¡Vamos! ¿no te encanta el título? Verás, él sabe (y Mark Dever también sabe) que me encanta la claridad evangélica y la eclesiología Bíblica, pero me preocupa la naturaleza anti práctica que vemos en la comunidad de 9Marks.