Siete preguntas que hacerle al novio de su hija.
Como un predicador ha preguntado, si un hombre se acercara a la puerta pidiendo que nos llevara las llaves de nuestro auto, asegurándose de tener nuestro vehículo de regreso a las nueve de la noche, ¿alguno de nosotros sólo le entregaría las llaves? Tendríamos preguntas para él: ¿Quién es? ¿Es de confianza? ¿Cuáles son sus intenciones? La pregunta entonces es: ¿Nuestras hijas (y hermanas) tienen menos valor que el acero fundido que descansa sobre cuatro ruedas?