Lo que la ansiedad me dejó
Nuestro redentor ha venido y está luchando a nuestro favor en cada situación. No debemos dudar. El Dios que nos salvó es paciente y seguirá obrando en nosotros y con nosotros.
Nuestro redentor ha venido y está luchando a nuestro favor en cada situación. No debemos dudar. El Dios que nos salvó es paciente y seguirá obrando en nosotros y con nosotros.
Imagina un grito ensordecedor de una intensa emoción cuando la multitud se da cuenta de que no solo es la invitada a la boda del cordero sino que ademas ¡la multitud es la novia!
Él vendrá una vez más para dar alivio a su iglesia y juicio a sus adversarios y establecer su reino. Y digo, como estoy seguro de que todos hacemos con la iglesia primitiva, el versículo más reciente de la Biblia: “Ven, Señor Jesús”.
Soy de Venezuela, y en estos momentos mi país vive una situación tensa y delicada. Se me dificulta estar fuera de las redes sociales para enterarme de todo lo que sucede. Al ver tanta injusticia, mi corazón se llena de indignación, y mi boca y mis dedos dan rienda suelta a expresar mis sentimientos con una avalancha de odio, angustia y ansiedad hacia quienes considero tiranos.
La cuarta pregunta del Catecismo de Heidelberg nos recuerda de qué se trata la ley de Dios: se trata de amor. No el tipo de amor de #love-wins donde escondemos la verdad y en nombre del amor, sino el amor que está enraizado en el amor que se nos ha mostrado en Cristo. Un amor que glorifica a Dios y que sobreabunda en nuestro prójimo de manera que nuestro prójimo puede experimentar también, este amor De Dios.
Black Mirror no es una serie para sentarse a ver todos los episodios en un día si es que eliges verla completamente. Más bien es una serie que se debe digerir lentamente, reflexionando no sólo sobre lo que muestra acerca del mundo cercano al futuro, sino también lo que refleja sobre nuestro pasado.
Dios es soberano. Nos escoge, nos santifica por medio del sufrimiento pero nos ha dado la victoria en Cristo. Alabemos este atributo que solo le pertenece a Él. Cada evento que suceda en tu vida no es indiferente a Dios.
La totalidad de la vida del creyente solo se puede vivir a la luz del sacerdocio de Cristo. Como el Mediador del nuevo pacto, Jesús funciona preeminentemente como el Gran Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios. En palabras de James Henley Thornwell, “el sacerdocio es la perfección de la mediación”, y tenemos un Mediador tan perfecto en Jesús, que ha, por una ofrenda… perfeccionado para siempre a los que están siendo santificados. (Hebreos 10:14).
Todos los días que puedo leer Su Palabra, me encuentro con Él a través de los escritos de los profetas y apóstoles. Pero, sobre todo, me gozo en poder conocer mejor a Dios teniendo un fundamento bíblico para hacerlo.
El sufrimiento prueba nuestro corazón porque ¿quién necesitaría a Dios cuando todo esta bien? es allí justamente donde podemos confirmar en dónde tenemos puesta nuestra confianza y en dónde ésta descansa, las pruebas son el fuego por el cual pasa el oro por el crisol y remueve toda impureza de nuestro corazón como el orgullo, auto suficiencia y auto justicia.
El pecado vino al mundo cuando la Serpiente se esforzó por atacar la orden de Dios. Del mismo modo, subvertir el principio de liderazgo que Dios estableció al principio sería subvertir el diseño de Dios.
Como un predicador ha preguntado, si un hombre se acercara a la puerta pidiendo que nos llevara las llaves de nuestro auto, asegurándose de tener nuestro vehículo de regreso a las nueve de la noche, ¿alguno de nosotros sólo le entregaría las llaves? Tendríamos preguntas para él: ¿Quién es? ¿Es de confianza? ¿Cuáles son sus intenciones? La pregunta entonces es: ¿Nuestras hijas (y hermanas) tienen menos valor que el acero fundido que descansa sobre cuatro ruedas?