El amor en tiempos del coronavirus

Si hoy estas vivo, es porque en la gracia De Dios Él te ha permitido vivir hoy con el llamado de la Gran Comisión de ir y haced discípulos de todas las naciones y enseñarles a esas personas que no tienen esperanza porque a diferencia de ellos nosotros tenemos una gran esperanza que tenemos la obligación y el privilegio de compartir.  Si estas vivo es por gracia de Dios y para gloria de Dios.

¿Sigues las Reglas o a Cristo?

En algún momento de nuestras vidas, tendremos que involucrarnos en las historias que la vergüenza nos cuenta. ¿Crees que no eres lo suficientemente bueno? ¿Demasiado inseguro? ¿Demasiado incómodo? ¿Demasiado estúpido? ¿Una intrusión? Cualquiera que sea su creencia fundamental acerca de usted mismo, esté alerta sobre la forma en que fabricará pruebas para confirmar esa creencia. Incrustado en tu vergüenza hay pistas en las historias que te convencieron de que no eras indeseable en primer lugar. Esas historias, no la vergüenza del uso de la pornografía, son las más importantes de abordar si se desea la totalidad.

Nuestra Ciudadanía

Es urgente que los hijos e hijas de Dios desechen la liviandad con la que viven su cristianismo. Es urgente que los hijos e hijas de Dios vivan como ciudadanos del Reino de Dios aquí y ahora. No hay otro propósito más alto que vivir para Dios mostrado en nuestra conducta ante el mundo, una que proviene de un corazón que está muriendo cada día a su “yo” para que Cristo crezca.

El 9 Nadie Se Mueve

¿A que nos llama Dios hoy? A mostrar el valor inherente del hombre y de la mujer buscando, en complementariedad, la redención que Cristo ofrece para que más que la manifestación popular de un paro nacional, veamos cambios radicales empezando por lo que nosotras hoy promovemos en nuestros hogares: La crianza de niños y niñas que buscando el florecimiento humano y la valoración del hombre y la mujer, sean abanderados para nuestra generación y las generaciones futuros.  Cristo nos llama hoy a promover el amor para la redención de nuestro presente y nuestro futuro comenzando con nosotras y aquellas que nos rodean. Cristo nos llama a una revolución de amor sin armas. Nos llama a ser el cambio que queremos ver.