La Aseidad de Dios
La aseidad de Dios nos enseña que podemos confiar en Él completamente porque Él no está en necesidad ni lo estará jamás, sino que es Todosuficiente y autoexistente quien nos creó por su propia bondad y para su propia gloria y gozo, siendo nosotros beneficiarios de su misericordia y su gracia que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros (Ro. 5.8) sin que Él tuviera necesidad de hacerlo sino por el puro afecto de su voluntad.