El calvinismo o fe reformada, se origina en la reforma protestante la cual tuvo como fin principal traer la Escritura de vuelta a la iglesia como única regla de fe y práctica cristiana. Para aquellos que no están familiarizados con el término de calvinismo, aclaramos que no se trata de seguir a un hombre, sino que la fe reformada se conoce así por la influencia que tuvo Juan Calvino en la reforma, la exposición y sistematización de doctrinas bíblicas fundamentales para la iglesia de Cristo. Somos reformados porque estamos de acuerdo con la teología calvinista, y estamos de acuerdo por que es verdad, es bíblica y glorifica a Dios. En palabras de Juan Calvino: “La señal de la buena doctrina es esta: que ella no se inclina a buscar la honra de los hombres, sino la de Dios.”
Hoy en día vemos un gran mover de Dios en el mundo, y muchos se acercan a esta fe bíblica con gran sinceridad e interés en pos de que la Biblia sea expuesta a nuestra vidas, correcta, pura y completamente.Pero también podemos observar un punto que está siendo descuidado por la “fraternidad reformada”, y es la falta de gracia y amor al defender la fe. «Mientras que la ignorancia se envanece en falsa humildad, el conocimiento se envanece por falta de AMOR» –Carlo Donnari
Hace poco se publicó desde Evangelio Verdadero un articulo llamado “Papas Evangélicos” (puedes leerlo aquí), con el cual es nuestra intención mostrar la influencia papal en la iglesia evangélica de hoy día, la posición incorrecta de infalibilidad que le damos a algunos hombres falibles y sus consecuencias para los creyentes. Y esto nos está alcanzando a los reformados y nuevos reformados, hemos convertido nuestra doctrina y a nuestros predicadores preferidos en ídolos difíciles de identificar, infalibles y por los cuales debatimos hasta el cansancio. Aún más preocupante es, que detrás de este ímpetu por defender la fe reformada se desvanezca el amor ante las burlas, comentarios y oposiciones inadecuadas frente aquellos que no comparten nuestra posición.
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” –Filipenses 2.3-5
Me sorprende ver páginas enteras dedicadas a ridiculizar y burlarse de otras personas que no comparten su fe, pero que curiosamente muchos de nosotros que ahora por la gracia de Dios abrazamos la fe reformada éramos parte, y es que pocos en Latinoamérica pueden decir que nacieron en un hogar reformado, más bien muchos de nosotros venimos de tendencias y doctrinas pentecostales, carismáticas o católicas. Y es que no estamos hablando de tolerar la mala doctrina o de no denunciar a los falsos maestros que son expuestos por sus frutos, pues ya bien dice J.C. Ryle: “Oír enseñanzas extra bíblicas, cincuenta y dos domingos al año, es algo serio. Es una gotera continua en la mente de un veneno de acción lenta.” «Los “reformados” que se la pasan ridiculizando a otros en Internet son una vergüenza para la nueva reforma que Dios está trayendo al mundo hispano. Dios tenga misericordia de ellos» –Josué Barrios
Estamos hablando de un llamado a mostrar gracia, humildad y amor para con aquellos que aun no contemplan la fe reformada, que aun están inseguros de acercarse y aun para aquellos que se oponen a ella. El llamado incluye que no formen parte del nuevo “circo reformado digital” lleno de troles, memes y burlas tras el antifaz de defender la fe, pero que solo hacen daño a una iglesia que necesita tanto amor como verdad.
Nuestro propósito ha de ser el de enseñar con amor y paciencia, pues es Dios quien hace la obra en aquellos que necesitan con tanta urgencia acercarse a una fe bíblica y así poder profundizar la hermosura del evangelio, ver con admiración y humildad el plan de Dios para salvarnos, la elección, la justificación, la adopción y la glorificación son doctrinas maravillosas que necesitan ser escuchadas por el cristianismo en Latinoamérica.
Hemos de ser sabios, no creyentes inmaduros. Estamos llamados a mostrar a Cristo, la iglesia necesita de hombres y mujeres piadosos e íntegros que muestren amor, gracia y perdón de Cristo. Este mensaje es con mucho amor para mis hermanos reformados, Dios bien quiera que sea un llamado a nuestros corazones y examinemos nuestra conducta; y así resaltar en nuestras vidas con plena certidumbre: “de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8).
Gracia y paz
Nuestro propósito ha de ser el de enseñar con amor y paciencia, pues es Dios quien hace la obra en aquellos que necesitan con tanta urgencia acercarse a una fe bíblica y así poder profundizar la hermosura del evangelio….esta frase es desafortunada, como si la fe biblica fuera la calvinista y aquella que profundiza la hermosura del evangelio, esto es sectarismo. Igual, tienen mucha razón el principal método de crecimiento calvinista, consiste en dividir la iglesia del Señor, haciendo proselitismo dentro de ella misma y sacando hermanos de iglesias de sana doctrina para llevárselos a sus congregaciones terrible falta de etica. Como es que creen que hacer eso esta bien?
Ese es el espíritu de este artículo estimado Edwin, que a pesar de nuestras diferencias doctrinales te amamos en Cristo nuestro glorioso Salvador y te deseamos un nuevo año lleno de la gracia y el favor del Señor para tu vida y familia.
Considero que en nada difieren de los católicos en esa actitud con tal enamoramiento de tales hombres como pilares de la verdad nunca veo que nombran a los apóstoles ni a los llamados padres de la iglesia sino a Agustín lutero calvino y demás como si fuesen los poseedores de la verdad así solo piensan y actúan las sectas que feo de verdad