Cómo Dios salvó mi matrimonio – Una fórmula para luchar mejor.
Dios salvó mi matrimonio, no al arreglar los problemas de mi esposa, sino al ayudarme a ver el mío y mostrarme misericordia donde estoy equivocado. Después de años de pedir disculpas, extender la gracia y aprender, ahora somos mucho más propensos a arrepentirnos y perdonar que a pelear y arañar.