Salvo sin merecerlo. Fundador del Ministerio Evangelio Verdadero, Pastor de Enseñanza y Predicación en la Iglesia Casa de Gracia, una iglesia sana centrada en el evangelio en Palín, Escuintla, su ciudad natal al sur de Guatemala. Casado con Jackelinne desde hace dieciocho años, Dios nos bendijo con dos hijos, Oliver y Fabrizio. Miembro de la red global de iglesias que plantan iglesias Acts 29.
Siempre que Dios va a actuar a favor o en contra de alguien, es necesario que Él levante a un hombre que lleve su mensaje. Muchas veces mensajes de paz, consuelo y esperanza; muchas otras, un mensaje de juicio y castigo. Y aquí tenemos a Miqueas, profeta contemporáneo de Isaías, Amós y Oseas, predicando una palabra, primeramente de juicio y castigo de parte de Dios para con Israel, para después terminar con un mensaje esperanzador.
En este año 2017 se celebran 500 años de la Reforma Protestante. Damos gracias a Dios por los reformadores; pero es necesario recordar que este movimiento surgió en una época de descontento e incertidumbre, así como de oscurantismo.
La Biblia no es un libro cualquiera que debas leer por leer, la Biblia es la Palabra escrita de Dios en la que revela su voluntad para con cada uno de nosotros, es una biblioteca de 66 libros escritos por distintos hombres en distintas épocas bajo inspiración divina y preservados en perfecta armonía.
Nuestro fin principal es glorificar a Dios y gozar de Él para siempre. Ésta también debe ser la motivación y el fin principal de la Iglesia. La iglesia local con la motivación correcta será una iglesia saludable centrada en el evangelio, que no busca el cumplimiento de adjetivos sino de hacer la voluntad, la sola voluntad de Dios.
Una de las cosas más devastadoras que tiene lugar en la Iglesia es el deterioro de las relaciones entre creyentes. A veces aun una acción insignificante puede hacer que una persona se sienta ofendida. Si no se resuelve la ofensa, puede abrigarse la amargura. Y a la larga se quebrantará la relación entre esas personas.
Este es el inicio de el estudio de la epístola de Santiago. En este podcast encontrarás el contexto en el que fue escrita está epístola y podrás entender mejor la intención original del escritor. Pero también encontrarás aplicaciones prácticas que te ayudarán en tu crecimiento como discípulo de Jesús.
Adoramos a un Dios grande. Él es soberano y poderoso. Estamos en Sus manos, y nada nos sucede por casualidad. Esas son buenas noticias. Pero en el dolor, si eso es todo lo que recordamos acerca de Dios, podría realmente empeorar el dolor, en lugar de mejorarlo. Podría pensar, como María y Marta (Juan 11:21, 32), “Señor, podrías haber detenido esto, y tú no lo hiciste a propósito. ¿Por qué? “La soberanía de Dios podría dejarnos más enojados que consolados.
La vida cristiana es una batalla constante contra el mundo, la carne y el diablo. Si estas fuerzas tuvieran su camino, destruiría a cada uno de los hijos de Dios comprados y amados. Pero nuestro Señor Jesús nos asegura que ninguno de aquellos por quienes Él derramó Su preciosa sangre se perderá. Nada ni nadie puede arrancar a un cristiano, ni siquiera al cristiano más débil, de las manos fuertes de nuestro omnipotente Padre Celestial (Juan 10: 29-30). Pero, esta gloriosa verdad no significa que nuestra vida cristiana no pueda ser perturbada, incluso profundamente perturbada por el mundo, la carne y el diablo.
Quiero llevarte de vuelta 20 años, cuando tenía trece años. Soy una hija de pastor en una habitación de hospital con mechones de pelo en la mano. Mis uñas están astilladas, y puedes ver el contorno de mis rodillas contra mis mejillas. Peso sesenta libras. La habitación huele a Lysol (desinfectante). Las enfermeras dicen que me estoy muriendo.
Nuestros propios pecados obrarán para bien. Esto debe entenderse con cuidado, cuando digo que los pecados de los piadosos obran para bien, no digo que haya el más mínimo bien en el pecado. El pecado es como veneno, que corrompe la sangre, infecta el corazón y que, sin un antídoto eficaz, acarrea la muerte.
Una de las principales fuerzas que impiden que los jóvenes obedezcan el llamado de Dios al servicio vocacional cristiano es la derrota en el área de la lujuria. Un adolescente escucha una llamada desafiante para lanzarse a la causa de la evangelización mundial. Siente los impulsos del Espíritu Santo. Saborea la emoción de seguir al Rey de reyes en la batalla. Pero no obedece porque se masturba regularmente. Se siente culpable. Apenas puede imaginarse estar en presencia de una muchacha bonita y pensar sobre la eterna situación de su alma, porque él ha visto habitualmente a las niñas desnudas en su imaginación. Así que se siente indigno e incapaz de obedecer el llamado de Dios. La masturbación se convierte en el enemigo de las misiones.
El pecado es condenable por naturaleza, pero Dios en su infinita sabiduría prevalece sobre él, y hace que surja el bien de aquello que parece lo más contrario al mismo