Salvo sin merecerlo. Fundador del Ministerio Evangelio Verdadero, Pastor de Enseñanza y Predicación en la Iglesia Casa de Gracia, una iglesia sana centrada en el evangelio en Palín, Escuintla, su ciudad natal al sur de Guatemala. Casado con Jackelinne desde hace dieciocho años, Dios nos bendijo con dos hijos, Oliver y Fabrizio. Miembro de la red global de iglesias que plantan iglesias Acts 29.
La frase “los religiosos” ha sido acuñada por muchas personas para enseñar o dar a conocer que ellas no pertenecen y no se identifican con un determinado grupo de creyentes que practican determinada religión o que tienen ciertas posturas doctrinales o teológicas y cierto tipo de vida.
¿A quién de nosotros realmente nos gusta sufrir? La mayoría de nosotros no anda por allí, correteando con mucho entusiasmo al sufrimiento.
Admiro la pasión de Daniel Habif, pero debemos siempre tener el discernimiento para actuar también con nuestra mente y no solo con el corazón. Dios nos ha dado todas estas facultades para hacernos partícipes de Su obra y propósitos en esta Tierra.
Estoy convencido que Dios puede ser conocido y glorificado a través de estos recursos que persiguen dar a conocer las grandezas y las maravillas del evangelio de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Esta canción titulada Doxology (Doxología) rebosa de letras que alaban y glorifican a Dios y al evangelio de la gracia en Jesús.
¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN DE DIOS CONTRA LA VIOLENCIA DEL HOMBRE? La cruz: la sumisión de Jesús a la violencia de la cruz no solo demostró el perdón y el amor de Dios por sus escogidos, sino que, con esta muerte violenta, Jesús venció la violencia para siempre. Ahora los hijos de Dios tienen el poder de amar, perdonar, servir, dar, alabar y honrar a su prójimo.
La mayoría de los cristianos queremos pertenecer a una congregación local que sea fiel a lo que los primeros hermanos practicaron bajo la guía del Espíritu Santo y la autoridad de los santos apóstoles de Cristo.
Congregarnos debe ser un tiempo especial, donde como Iglesia—como cuerpo, pueblo, familia —adoramos a nuestro redentor y salvador Jesucristo, para gloria de Dios el Padre.
El pueblo evangélico es llamado a considerar el Evangelio, y a la unidad de la iglesia como una marca distintiva de éste, que a su vez marca una diferencia en un mundo de por sí tremendamente dividido en clases raciales, socioeconómicas, políticas, culturales, ideológicas, religiosas, etc.
No estamos llamados a ser un pueblo egoísta y estático, sino a crecer en número. Y aunque el crecimiento numérico es tarea del Espíritu Santo, nosotros tenemos la responsabilidad de compartir las buenas nuevas con todos aquellos que ahora mismo se encuentran separados de la comunión con Dios y con su pueblo.
Por la soberana y dulce gracia de Dios, una vez que somos adoptados a la familia de Dios, somos acreedores de toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales en virtud de nuestra unión con Cristo.