Una promesa de largo alcance

Dios no escatimó a su Hijo porque era la única manera en que podía librarnos a nosotros. La culpa de nuestro pecado, el castigo de nuestra rebeldia, os hubieran llevado derechito al infierno donde lo único que hay de Dios ahí es Su ira. Pero Dios no libró a su propio Hijo; lo entregó para que fuera herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades, crucificado por nuestro pecado (Isaías 53.5–6).

La Aseidad de Dios

La aseidad de Dios nos enseña que podemos confiar en Él completamente porque Él no está en necesidad ni lo estará jamás, sino que es Todosuficiente y autoexistente quien nos creó por su propia bondad y para su propia gloria y gozo, siendo nosotros beneficiarios  de su misericordia y su gracia que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros (Ro. 5.8) sin que Él tuviera necesidad de hacerlo sino por el puro afecto de su voluntad.

¿Sigues las Reglas o a Cristo?

En algún momento de nuestras vidas, tendremos que involucrarnos en las historias que la vergüenza nos cuenta. ¿Crees que no eres lo suficientemente bueno? ¿Demasiado inseguro? ¿Demasiado incómodo? ¿Demasiado estúpido? ¿Una intrusión? Cualquiera que sea su creencia fundamental acerca de usted mismo, esté alerta sobre la forma en que fabricará pruebas para confirmar esa creencia. Incrustado en tu vergüenza hay pistas en las historias que te convencieron de que no eras indeseable en primer lugar. Esas historias, no la vergüenza del uso de la pornografía, son las más importantes de abordar si se desea la totalidad.