La justicia de Dios
Lo que la Biblia nos muestra muy claramente es que un día vendrá, que está establecido un día en el que Dios hará justicia absoluta, y un día en el que el juicio será absolutamente final.
Lo que la Biblia nos muestra muy claramente es que un día vendrá, que está establecido un día en el que Dios hará justicia absoluta, y un día en el que el juicio será absolutamente final.
A veces olvidamos lo siguiente: ni siquiera nosotros mismos nos conocemos de la manera en que Dios nos conoce.
Muchas veces, cuando pensamos en la fidelidad de Dios, lo hacemos de manera antropocéntrica (centrada en el hombre).
La aseidad de Dios nos enseña que podemos confiar en Él completamente porque Él no está en necesidad ni lo estará jamás, sino que es Todosuficiente y autoexistente quien nos creó por su propia bondad y para su propia gloria y gozo, siendo nosotros beneficiarios de su misericordia y su gracia que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros (Ro. 5.8) sin que Él tuviera necesidad de hacerlo sino por el puro afecto de su voluntad.
Dios como juez y ofendido debe dictar la sentencia del infierno y el castigo eterno sobre ellos. Pero por más que parezca contradictorio, su ira es necesaria para entender su amor, disfrutar de su gozo y experimentar la paz.
Dios como juez y ofendido debe dictar la sentencia del infierno y el castigo eterno sobre ellos. Pero por más que parezca contradictorio, su ira es necesaria para entender su amor, disfrutar de su gozo y experimentar la paz.