Por Diego Portillo
FIRMES, PERFECTOS, Y COMPLETOS EN LA VOLUNTAD DE DIOS
Colosenses 4:7-18
Hemos llegado al final de la carta, donde Pablo menciona a algunas personas importantes en su ministerio en ese momento, y da instrucciones claras. En estos versículos hay una frase que me ha parecido poderosa, y quisiera nada más completarla con otros pasajes esparcidos a lo largo de la carta. Esa frase es: firmes, perfectos, y completos en todo lo que Dios quiere.
Epafras era el pastor de la iglesia en Colosas. Aparentemente, él había sido convertido por el ministerio de Pablo en Éfeso. De allí había regresado para compartir el evangelio en su ciudad natal, y como producto de ese ministerio, ahora podemos leer que en Colosas hubo creyentes y tenemos esta maravillosa carta que exalta la supremacía del Señor Jesucristo. En el versículo 12 Pablo nos muestra el corazón de este pastor. Dice que Epafras siempre rogaba encarecidamente por los colosenses. Aún más, su preocupación no era sólo por los colosenses, sino que tenía gran solicitud por todos los creyentes en el valle del rio Lico. Su deseo era que ellos estuvieran firmes, perfectos y completos en la voluntad de Dios, y Pablo, a través de escribirles esta carta, le ayuda a cumplirlo.
Firmes
En constantes ocasiones Pablo desea que los creyentes estén firmes. Por ejemplo, en Colosenses 1:21-23, el apóstol les dice: Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.
Además, en 2:5-7, Pablo les llama a tener una fe firme en el Señor Jesucristo: Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
Perfectos
Esta palabra se traduce mejor como “maduros.” El deseo de Epafras y Pablo era que todos aquellos que responden al evangelio puedan llegar a ser creyentes maduros.
Un ejemplo de ello es la oración constante que Pablo elevaba al Señor: Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz (Col 1:9-12).
También podemos considerar el final del primer capítulo: Nosotros anunciamos a Cristo, y amonestamos y enseñamos a todo el mundo en toda sabiduría, a fin de presentar perfecta en Cristo Jesús a toda la humanidad. Con este fin, trabajo y lucho con todas mis fuerzas y con el poder que actúa en mí (Col. 1:28-29 RVC).
Completos
Esta última característica se muestra también a lo largo de la carta. El deseo de Pablo es que los colosenses supieran que ellos estaban completos en Cristo. El ejemplo más claro de ello es la afirmación de 2:9-10, donde Pablo dice: Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Si estamos en Cristo, no nos falta nada. Estamos completos y tenemos todo para crecer espiritualmente y mantenernos firmes en nuestra relación con el Cristo resucitado.
Por la gracia inmerecida de Dios hemos llegado a la última entrada de nuestra serie Estudiemos Colosenses. Cualquier acierto en estas entradas debe ser atribuido a la gracia divina, y cualquier error es producto de mi humana imperfección. Nunca terminemos de estudiar Colosenses. ¡Dios te bendiga!
Hermanos muchas gracias por ese estudio a los Colosenses,Dios les bendiga por la dedicacion y su tiempo que Dios les recompense por esos materiales que son de mucha ayuda.Una vez mas gracias por que para mi han sido de mucha ayuda a mi vida como aprendiz de la Palabra de Dios.Bendiciones.
Gracias por comentar querido hermano. Es un privilegio que el Señor nos da de poder servirles de esta manera. Muy pronto estaremos publicando un e-book gratuito con la recopilación de todos los artículos que conforman esta serie. Un abrazo a la distancia.