Un comentario a Romanos 8: 28 -39
Para el artículo de esta semana me gustaría invitarte a que juntos descubramos el gran regalo de Dios para nuestras vidas, pues estoy seguro que este tema te llenará de esperanza y gozo al encontrar lo maravilloso y glorioso que es el amor de Cristo por ti y por mí. Amor ante el cual no podemos hacer más que caer de rodillas y exaltar su maravillosa gracia.
El texto que estudiaremos fue escrito por el apóstol Pablo en su carta a la iglesia de Roma, y nos enfocaremos en una porción del capítulo 8, verso 28 al 39.
Entonces, arranquemos…
No todas las cosas son buenas pero todas las cosas ayudan a bien.
Romanos 8, 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
La expresión “Los que aman a Dios” es una descripción de los que son verdaderos creyentes, de esos que aman a Dios porque Él los amó primero (1 Juan 4:19). Es una ocurrencia pensar que hay unos creyentes que no aman a Dios, esto de ninguna manera es posible; aunque es una verdad que algunos creyentes aman al salvador más que otros y lo demuestran por la obediencia a su Palabra (Juan 14:21-24). Así que la relevancia está en que todos los creyentes amamos a Cristo.
Como es importante comprender y asumir lo que realmente dice el versículo 28, del capítulo 8, de la carta a los Romanos; podemos ver en una lectura simple, que no dice que “todas las cosas son buenas” sino más bien dice que “todas las cosas ayudan a bien”.
Comprender esto es vital para la vida de fe, por lo que quiero darte un ejemplo: Para cocinar un cupcake necesitas una serie de ingredientes, los cuales muchos de ellos por si solos no tienen buen sabor y no los comeríamos, como la harina, el polvo de hornear o los huevos crudos. Sin embargo, al unir todos los ingredientes, mezclarlos y llevarlos a un proceso de cocción, todos ellos nos llevan a saborear un delicioso cupcake. Es exactamente así como Dios toma lo amargo de tu vida y lo duce, los días difíciles y los felices, lo que parece malo y lo bueno y hace que todo eso termine en algo excelente para ti, pues Dios te ha llamado conforme a su propósito eterno, aunque te parezca increíble Él te conoció, te predestinó, te llamó, te justificó y en un futuro te glorificará. Por lo cual, todo lo que vivimos son esos ingredientes que por sí solos no son agradables al gusto, pero al ser unidos y mezclados en el plan de Dios, encontramos que enriquecen nuestra existencia y tienen un propósito eterno de salvación.
Por tanto, retomando la porción base de este artículo, te invito a que juntos miremos esta gloriosa verdad en lo que he denominado Los 5 Puntos de la Salvación.
MIREMOS LOS 5 PUNTOS DE LA SALVACIÓN
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.” Romanos 8:29 -30
1. “PORQUE A LOS QUE ANTES CONOCIÓ”
Esta es una gloriosa verdad. Dios te conoció desde antes, conocía tus caminos, tus actos, tus pecados, Él sabía todo de ti, conocía las intenciones de tu corazón, tus alegrías y tus sufrimientos, Él entendía lo que sentías y te conocía mejor que nadie, aun mejor que tú mismo. Sabía lo que nadie sabía de ti, los secretos más secretos de tu corazón y tu verdad más verdadera; y sabiendo todo esto “también te predestino”.
2. “TAMBIÉN LOS PREDESTINÓ”
Predestinación es una palabra hermosa que significa amor desde antes del principio del tiempo; pues nos muestra como Dios no improvisa. Dios te amó desde antes de que el mundo fuera creado. Esto es inimaginable e increíble. Dios tenía un plan para amarte por siempre y para siempre, Él preparó todo conforme a la buena intención de su voluntad, para alabanza de su gloria, por su gracia, que gratuitamente ha impartido sobre ti, para hacerte conforme a la imagen de Cristo. (Efesios 1,5-6) y por eso “te llamó”.
3. “A ESTOS TAMBIÉN LLAMÓ”
Dios te llamó. Y tú al ver ese amor que sobrepasa todo entendimiento y su llamamiento que atrae con maravillosa gracia, no pudiste hacer más que desbordarte en gozo total por la apertura a la verdadera salvación. Descubriendo que fuiste llamado por su gracia y su amor, pues Él te conocía desde antes.
Cuando Jesús te llama, su amor y su gracia son tan grandes que no puedes hacer más que correr a sus brazos atraído por su hermoso e irresistible amor.
4. “A ESTOS TAMBIÉN JUSTIFICÓ”
La Justificación es una declaración legal hecha por Dios, que dice, que una persona es justa respecto a la Ley Divina a causa de la justicia perfecta de Cristo, concedida o imputada a la persona por Gracia. No quiere decir que eres justo por ti mismo, pero has sido declarado justo por los méritos de Cristo, no por tus propios méritos. Así que, no eres amado por tus esfuerzos, eres amado porque Cristo te amó.
Que alivio. ¿Verdad?
5. “A ESTOS TAMBIÉN GLORIFICÓ”
Aún no estamos en el cielo, por lo que es fácil preguntarnos ¿Los glorifico? Que esta palabra este en el tiempo griego Aoristo es una garantía. Desde el punto de vista del creyente aún no ha sucedido, pero en la mente y propósito de Dios ya está hecho. Dios te cuidará y te protegerá hasta el fin porque tú eres su hijo y Él te ama.
SI DIOS ES POR NOSOTROS, ¿QUIÉN CONTRA NOSOTROS?
Si Dios ha hecho todo esto (Romanos 8:28-30), ¿qué podemos decir entonces? Empecemos por caer de rodillas y digamos juntos “Gracias Cristo Por La Salvación”.
Si Dios está contigo, quién contra ti. NADIE. Muchas personas pueden estar en contra nuestra, pero si Dios está por nosotros, no importa quién o qué esté en contra nuestra.
EL QUE NO ESCATIMÓ NI A SU PROPIO HIJO, SINO QUE LO ENTREGÓ POR TODOS NOSOTROS, ¿CÓMO NO NOS DARÁ TAMBIÉN CON ÉL TODAS LAS COSAS? ¿QUIÉN ACUSARÁ A LOS ESCOGIDOS DE DIOS? DIOS ES EL QUE JUSTIFICA.
Si Dios, te ha justificado, ¿qué juez más alto te puede condenar? Si el Juez de toda la tierra está a tu lado, no tienes absolutamente nada que temer. Ya nadie puede acusarte.
¿QUIÉN ES EL QUE CONDENARÁ? CRISTO ES EL QUE MURIÓ;
¿Quién te condenará? Cristo ciertamente no, porque ÉL pagó por todos tus pecados, más aún, Él también resucitó y además hoy está a la diestra de Dios Padre.
Que grande amor el de nuestro Dios, que nos libra de condenación, nos libra de todo mal, nos justifica, nos predestinó, nos conoce desde antes, y nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Por eso hoy podemos llamarlo, Padre Nuestro, y nada ni nadie nos separará de su gran amor.
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”.
- En medio de todas las dificultades, nosotros triunfamos en Cristo.
- No somos sólo vencedores, somos más que vencedores en Cristo.
- Dios Nunca apartara su amor de nosotros.
Y me gustaría terminar compartiendo esta gloriosa verdad:
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Fuiste amado, eres amado y serás amado. ¡Que glorioso es nuestro Dios!