Nuestra Ciudadanía

Es urgente que los hijos e hijas de Dios desechen la liviandad con la que viven su cristianismo. Es urgente que los hijos e hijas de Dios vivan como ciudadanos del Reino de Dios aquí y ahora. No hay otro propósito más alto que vivir para Dios mostrado en nuestra conducta ante el mundo, una que proviene de un corazón que está muriendo cada día a su “yo” para que Cristo crezca.

El 9 Nadie Se Mueve

¿A que nos llama Dios hoy? A mostrar el valor inherente del hombre y de la mujer buscando, en complementariedad, la redención que Cristo ofrece para que más que la manifestación popular de un paro nacional, veamos cambios radicales empezando por lo que nosotras hoy promovemos en nuestros hogares: La crianza de niños y niñas que buscando el florecimiento humano y la valoración del hombre y la mujer, sean abanderados para nuestra generación y las generaciones futuros.  Cristo nos llama hoy a promover el amor para la redención de nuestro presente y nuestro futuro comenzando con nosotras y aquellas que nos rodean. Cristo nos llama a una revolución de amor sin armas. Nos llama a ser el cambio que queremos ver.

Un Llamado a Vivir la Vida al Máximo: Pareciéndonos más a Cristo

El ser como Cristo es un gran llamado pues nos llena de todo eso que nuestra alma tanto anhela.  Es un gran llamado que lleva a una transformación radical en nuestro mundo, individuo por individuo. Finalmente es un privilegio que nos ha sido dado en la misericordia de Dios; en donde conforme Su gloria y Su reino se esparce nuestro mundo, es trastornado de tal manera que se convierte en un mundo mejor.  

Las bendiciones de estar en Cristo

¡Mira sin miedo al futuro pues Él nos ha llenado de promesas!  A la luz de esta verdad, las cosas del mundo palidecen. Sabiendo que nuestra verdadera riqueza es Cristo, dejamos de negociar con Dios para obtener sus bendiciones pues sabemos que si estamos en Cristo ya lo tenemos todo. Aferrémonos a lo que ya nos fue otorgado mientras permanecemos y descansamos en Él. 

Ortopedia espiritual | Evangelio Verdadero

Ortopedia espiritual

De principio a fin la salvación es totalmente por gracia y totalmente el regalo de Dios a través de Jesucristo. Cristo no vino al mundo para hacernos salvables, sino para salvarnos; no vino para ponernos en un camino donde de una forma u otra podamos hacer méritos para que Dios nos acepte; sino que vino personalmente para ser el Salvador y para salvar a los pecadores.