Una carta abierta a mis amigas que luchan con los trastornos alimenticios | Evangelio Verdadero

Una carta abierta a mis amigas que luchan con los trastornos alimenticios

Quiero llevarte de vuelta 20 años, cuando tenía trece años. Soy una hija de pastor en una habitación de hospital con mechones de pelo en la mano. Mis uñas están astilladas, y puedes ver el contorno de mis rodillas contra mis mejillas. Peso sesenta libras. La habitación huele a Lysol (desinfectante). Las enfermeras dicen que me estoy muriendo.

¡México, no temas!

Hemos estado viviendo semanas muy difíciles como país, y durante este tiempo no sabía si escribir sobre el tema. Realmente, es muy difícil ignorar todo lo que sucede a nuestro alrededor, pero no pude contener mi mente y corazón para decidirme a escribir. No vengo con palabras ásperas ni con mero conocimiento. He decidido bajar mi corazón al nivel del dolor que muchos están experimentando en estos momentos. Quizá no puedo estar presente en los lugares afectados ayudando físicamente, pero si unas palabras pueden traer una luz de esperanza y fe a algunos que estén sufriendo, entonces quiero ser un portador de estas virtudes.