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Por Walter Jolón
Evitemos vivir de manera dualista
Vivir de manera dualista es vivir en dos mundos, el sagrado y el secular, como ya hemos dicho anteriormente, esto trae un desequilibrio a nuestras vidas; si queremos vivir Coram Deo, en presencia de Dios, debemos someter lo secular a lo sagrado, porque lo secular es parte de la consagración y la santificación de las personas, debemos anular esa separación que hemos hecho, dicha separación incluye muchos aspectos de nuestra vida como el trabajo, la vida familiar, la vida sexual, la vida estudiantil, la predicación y enseñanza de las Escrituras, el uso del internet, las redes sociales, entre muchos más.
El trabajo y Coram Deo
Cuando el Apóstol Pablo enseña “háganlo todo para la gloria de Dios” (1 Co. 10.31 RVC) está hablando Coram Deo, también cuando enseña “Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no como para la gente” (Col. 3.23 RVC), el apóstol se está refiriendo a Coram Deo. El peligro de no seguir los lineamientos de las Escrituras y separar lo secular de lo espiritual o sagrado es que podemos resbalar hacia la impiedad y la transgresión, ensuciar nuestro testimonio como cristianos, desacreditar la iglesia local a la que pertenecemos y representamos, entre otros perjuicios, entonces, cuando el apóstol Pablo está enseñando que debemos hacer todo para la gloria de Dios y que además debemos hacer todo de corazón, como haciendo las cosas para el Señor, nos está instruyendo a someter todo aspecto y toda acción de nuestras vidas hacia el objetivo principal de todo cristiano, esto es, que Dios sea glorificado en todo y por todo; un breve ejemplo de esto es algo que acabo de experimentar en mi oficina, uno de mis subalternos quien es miembro activo de una iglesia local se enfermó, el servicio del seguro social de mi país lamentablemente es muy deficiente en la atención a sus usuarios por lo que esta persona decidió que lo atendiera un médico particular, tristemente fue afectado gravemente por una infección en la garganta, pero un médico particular puede suspender dos días laborales solamente, sin embargo, la gravedad de la enfermedad requería más días de reposo, pero más de dos días para su recuperación requiere suspensión de parte del seguro social, sin esa suspensión se requiere de manera obligatoria que se presente a sus labores cotidianas, él, buscando solución a su problema debido a que desde el principio no buscó ser atendido por el seguro social donde los médicos están facultados a suspender más de dos días laborales, tuvo la idea a través de otro compañero de la oficina quien también es miembro activo en una iglesia local, de solicitar un permiso diario por enfermedad (un permiso por cada día), pero esto no es posible, no está permitido por la oficina gubernamental para la que laboramos, solucionar el problema de esta manera es algo antiético y prohibido por lo que se buscó y gracias a Dios se encontró una solución adecuada y lícita que nos permitió seguir siendo consistentes e íntegros como cristianos que profesamos ser, es preciso indicar que se llamó a la reflexión a mis subalternos con respecto a la idea ilícita que tuvieron. Menciono este ejemplo porque es uno de muchos casos donde quizá hemos perdido la noción de que donde quiera que estemos, todo lo que hagamos debe ser hecho estando conscientes de que estamos bajo el escrutinio de Dios, ese es el énfasis de Coram Deo, no dividir nuestras mentes y nuestras acciones; todo ámbito en el que nos desenvolvamos debe sujetarse a honrar y glorificar a Dios a través de nuestra obediencia voluntaria; ¿Lo he logrado a la perfección? No, pero es mi búsqueda, mi lucha, mi objetivo y mi oración, vivir una sola vida, sin separaciones, una vida consagrada, consciente de la presencia de Dios. Te invito a que busquemos juntos vivir de esta manera.
Quiero citar textualmente un extracto de un libro de A. W. Tozer titulado “Intenso: La vida crucificada: el camino hacia una experiencia profunda”. Considero que Tozer tiene mucho que enseñarnos con respecto a lo que se ha desarrollado sobre Coram Deo hasta este momento. Dice Tozer:
«Así pues, deberíamos tener mentes cristianas. Nuestra dificultad es que tenemos una mente secular y una mente religiosa. Con la mente secular, hacemos la mayor parte de todo lo que hacemos, y luego dejamos una pequeña parte privada para lo que llamamos la mente religiosa. Con nuestra mente religiosa tratamos de servir al Señor lo mejor que podemos. Esto no funciona así. El cristiano no debería tener una mente secular, en absoluto. Si usted es cristiano, debería “buscar las cosas de arriba” [Col. 3.1]; en usted no debería haber nada que fuera de una mente mundana.
Algunos podrían preguntarse: “¿Cómo puedo seguir con mis estudios? ¿Cómo puedo hacer mis quehaceres domésticos? ¿Cómo puedo llevar a cabo mi negocio?”. Usted puede continuar con su negocio, hacer sus quehaceres domésticos y seguir con sus estudios, y hacer de ellos una parte de su ofrenda a Dios al igual que lo hace con el dinero que ofrenda en la canasta o como cualquier otra cosa que le ofrece abierta y públicamente a Dios. Vivir la vida crucificada excluye esta vida dividida. Una vida que es en parte secular, en parte espiritual, en parte de este mundo y en parte del mundo de arriba no es en absoluto lo que enseña el Nuevo Testamento. Como cristianos, podemos transformar uno de los empleos más desesperantes en maravillosas reuniones espirituales de oración, si simplemente se lo entregamos a Dios.
Nicholas Herman, a quien comúnmente se le conoce como el hermano Lorenzo, era un simple lavaplatos en la institución donde vivía. Él dijo que lavaba esos platos para la gloria de Dios. Cuando estaba realizando su humilde trabajo, caía postrado al suelo y adoraba a Dios. Sin importar qué cosa le dijeran que debía hacer, él la hacía para la gloria de Dios. Él declaró: “No podía hacer más que recoger algo del piso, pero lo hice para la gloria de Dios”.
Un santo alababa a Dios cada vez que bebía un vaso de agua. No elaboraba toda una producción de ello, pero en su corazón, agradecía a Dios. Cada vez que salgo de mi casa, alzo la vista a Dios, esperando que me bendiga y me guarde en mi camino. Cada vez que viajo en avión y estoy en el aire, espero que Él me guarde, que aterrice de manera segura y que me lleve de regreso. Si Él me quiere en el cielo más de lo que me quiere sobre la tierra, entonces contestará que no a aquella oración y todo terminará ahí, pero yo estaré con Él allá. Mientras tanto, mientras Él quiera que permanezca aquí, le agradeceré cada hora y cada día por todo.
Debemos abolir nuestras mentes seculares y mundanas, y cultivar mentes santificadas. Tenemos que tomar empleos mundanos, pero si hacemos nuestro trabajo con mentes santificadas, ya no serán más mundanos, sino una parte de nuestro ofrecimiento a Dios, como algo más que le entregamos».
Pregunta: ¿Has tenido alguna dificultad para cumplir esto en tu trabajo? Déjanos un comentario presionando el botón.
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Me ha gustado mucho estos artículos, es primera vez que escucho “Coram Deo” y realmente no lo había pensado antes. Con respecto al trabajo, me ha hecho reflexionar. Yo he cambiado mucho de trabajo buscando mejorar mis conocimientos en la área y considero que no esta mal, pero hacer todo consientes de la presencia de Dios y que sea lo que sea cuando lo hacemos para Él produce gozo en nuestro corazón, es una actitud por la que pienso orar y cultivar en mi vida después de leer esto. Gracias♥
Gracias @keilafernandez:disqus por tu comentario. Que bendición que estos artículos te hayan gustado y te hayan llevado a la reflexión. Gracias por compartir tu experiencia con nosotros. Un abrazo.
Es primera vez que escucho sobre esta palabra coram Deo grcias por en señarme s conocer cada dia un poco mss de Dios